Las bodas, celebración por antonomasia donde se reúnen familiares, amigos, compañeros, recuerdos y emociones intensas, se vuelven realmente especiales si las llevamos a un escenario al aire libre. ¿Se te viene algo así a la mente? Villa Nupcial Soprano es un ejemplo buenísimo de cómo celebrar al aire libre sin perder encanto y exclusividad.
Celebrar un banquete de boda al aire libre permite una flexibilidad que un espacio cerrado no ofrece: elementos arquitectónicos como columnas o muros pueden hacer que los invitados no se muevan con soltura por todo el espacio o que los novio no puedan disfrutar de una buena visión de conjunto de todos sus invitados desde la mesa presidencial. Un espacio abierto, además de quedar perfectamente decorado por los elementos de la naturaleza, aporta ese plus de frescura, de libertad y de cierto desenfado que hará que todos se sientan más relajados.
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